Es imposible ser internacionalista sin ser nacionalista.
El internacionalismo supone que el nacionalismo es un asunto conseguido.
En otras palabras, los pueblos pertenecen a diversos países que tienen que organizarse y ser capaces de obrar como un solo hombre.
Lo que constituye una verdadera plaga no es el nacionalismo, sino la estrechez de ideas, el egoísmo y ese espíritu de clán, que es la desgracia de las naciones modernas.
Cada una desea prosperar a costa de las otras y elevarse sobre sus ruinas.
(GHANDI, Mahatma)